Es jodido esto de crecer. De golpe todo el mundo te dice que ya sos mayor; que es una nueva etapa, el comienzo de tu vida; que a partir de ahora tenes responsabilidades que antes no tenias, como cuando cumplis 15... pero más pesado.
En lo personal, me siento una gota en el mundo, pequeña y por si sola insignificante. Y me da mucho miedo.
Nadie esta preparado para dar un paso así de golpe, tan grande. Yo tampoco. No me di cuenta los últimos días de clase. Estaba tan ocupada por entregar todo a hora que no tube tiempo de ponerme a pensar qué iba a ser de mi después de que todo terminase. Y ahora acá estoy, aterrada hecha un bollito contra el rincón, esperando una mano, que me diga por cual camino ir, donde veo a mis amigos al lado mio, que me ayudan en el paso a paso, pero que saben mejor que yo que este camino va por mi cuenta, yo sola, y que vacía que me suena esa palabra. Nadie sabe si en el futuro, los planes que hicimos en el presente, van a salir tal cual uno los hizo. Pero tengo entendido, en la poca experiencia que tengo de vida, que de eso se trata, de que muchas veces las reglas se hicieron para romperse, que son mas una guia, y que muchas veces los panes de cada uno toman un camino distinto al que habíamos acordado llegar. No por que fuesen a salir mal, no todo es para peor, pero algunas veces un camino que se bifurca puede traer un montón de cosas lindas,nuevas y llenas de vida.
No es de extrañar que cada uno se arme su santuario. Ese lugar donde uno se siente seguro a su manera. El mio, en particular, es este, donde puedo y quiero poner cada recuerdo, cada página de mi vida. Un santuario guarda cada cosa de nuestra persona, una sonrisa, una lágrima, una carta.. cosas materiales, de inmenso valor sentimental. Lo importante es querer compartirlas con los demás, para que en vez de llevarte el mundo por delante y a los tropezones, conozcas a quien tenes en frente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario